Se ha cumplido en los últimos días de 2020 medio siglo de la aprobación de los estatutos de la UCM de 1970. No eran las primeras normas internas de la Universidad; en 1853 se habían promulgado unas ordenanzas de funcionamiento y, en 1919, al amparo de la autonomía universitaria reconocida en el plan de César Silió, se redactaron unos estatutos cuya vigencia, sin embargo, sería muy breve.
El estallido de la Guerra Civil acabaría con los tímidos avances en la autonomía universitaria del primer tercio de siglo. Finalizada la contienda, la ley de 1943 redujo la potestad normativa de las universidades a la competencia del rector para establecer directrices relativas al uso de los medios didácticos.
La Ley de Educación de 1970 introdujo importantes novedades en la gestión y la docencia de las universidades de nuestro país, consecuencia de las cuales fue la aprobación y posterior ratificación de los estatutos de 1971.
Ya en democracia, la Ley de 1983 desarrolló la autonomía universitaria reconocida en la Constitución, lo que conllevó la redacción, dos años más tarde, de nuevas normas para el gobierno y la gestión de la Universidad Complutense. En lo que va del siglo XXI, se han aprobado estatutos de funcionamiento en dos ocasiones, la primera en 2003 y la última en 2017.
