En la consecucíón del Museo Josefino destacaron dos figuras clave: Frédéric Quilliet y Manuel Nápoli. Ambos realizaron una actividad incesante y no siempre lícita.
El gobierno de José Bonaparte nombra a Frédéric Quilliet inspector artístico y, posteriormente, director-conservador del futuro Museo. Además de encargarse del traslado de pinturas desde el Escorial a Madrid, viajó a Andalucía para seleccionar las mejores obras. Eligió el Palacio de Buenavista como sede del Museo Josefino. Su figura ha quedado vinculada con el saqueo de obras de arte que salieron de España durante el periodo napoleónico.
Manuel Nápoli, aunque de origen napolitano, se formó artísticamente en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fue contratado por Quiliet para restaurar las obras del depósito del Rosario, al mismo tiempo se encargó de seleccionar las pinturas para la futura pinacoteca.
Escrito de Manuel Nápoli informando a Manuel Romero, ministro del Interior, sobre los trabajos que deben realizarse y el coste económico en la colección de pinturas procedentes de El Escorial y Andalucía (25 noviembre 1810).
Nota resumen del Ministerio del Interior acompañando el escrito de Manuel Nápoli (21
diciembre 1810).
Oficio de remisión del Ministerio del Interior adjuntando las cuentas y documentos
presentados por Frédéric Quilliet (4 julio 1810).
Escrito de Frédéric Quilliet enviado al marqués de Almenara, ministro del Interior,
adjuntando las cuentas correspondientes a trabajos realizados sobre los objetos
de arte depositados en el Convento del Rosario (4 julio 1810).
Certificación del comisario de guerra de la Guardia Real, a instancias de Frédéric Quilliet,
en relación con el atestado dado por el veterinario del fallecimiento de una mula en Granada,
durante el viaje por Andalucía (28 marzo 1810).