En 1836 se decreta el traslado de la Universidad de Alcalá a Madrid, repartiéndose sus colegios por varios inmuebles de la capital: Seminario de Nobles, Reales Estudios de San Isidro, Real Colegio de San Carlos, Real Colegio de San Fernando, convento de las Salesas Nuevas. La documentación generada por los colegios alcalaínos quedó instalada primero en el convento de las Salesas desde donde se trasladó, más tarde, al antiguo noviciado de los jesuitas de la calle San Bernardo.