La Real Orden de 7 de agosto de 1895 decretó la agregación de los archivos universitarios a las correspondientes bibliotecas, pese a que el dictamen previo de la Junta Facultativa excluía de esta agregación a los archivos universitarios de Madrid y Barcelona, por el mucho movimiento de expedientes. Poco tiempo después, salía al Archivo Histórico Nacional la documentación de los colegios alcalaínos, y, unos años más tarde, en 1924, parte de la generada por la Universidad Central.
Cartelas del Archivo y Biblioteca de la Universidad de Madrid.
Imprentilla utilizada para marcar las cartelas del Archivo.
Memoria del Archivo y Biblioteca de la Universidad de Madrid (1916).
Copia del dictamen de la Junta Superior Facultativa de Archivos sobre el traslado de la documentación de la Universidad Cental anterior a 1901 al Archivo Histórico Nacional (1924).